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Nació en un garaje y hoy recibe premios internacionales

Nota realizada por la Unión Industrial de Avellaneda

Nacida del espíritu docente de su fundador, esta empresa diseña y fabrica sistemas que emulan procesos productivos reales. Así aseguran el aprendizaje de sus operadores casi como si estuvieran en condiciones operativas reales, minimizando el impacto de los errores.

"Una automotriz registraba en sus servicios oficiales errores frecuentes que provocaban daños de altísimo costo. Sobre todo, en autos de gama alta. Los analizaron y detectaron que muchos eran conceptuales en relación a variables eléctricas como tensión, corriente, polaridad. Parecían elementales, pero no lo eran. Nos convocaron desde su Centro de Capacitación y les diseñamos y fabricamos un equipamiento  especial en electricidad y electrónica del automotor, con elementos muy básicos, para que el personal de su Servicio Técnico se entrenara, se sacara dudas y cometiera errores en los equipos y no en el auto. Esa inversión en equipamiento didáctico y capacitación produjo una baja importantísima en los errores en los vehículos de sus clientes y, por lo tanto, en las pérdidas económicas de la compañía".

Con este ejemplo práctico y contundente como los equipos que fabrica la empresa familiar de la que forma parte, el Arquitecto Juan Pablo Valerio grafica cuál es el corazón del negocio de Equipamiento Didáctico Insur S.A.: facilitar al docente la tarea de enseñar, con entornos que repliquen las condiciones reales en que se va a desarrollar una tarea.
Hasta no hace mucho, para el gran público "los simuladores" eran o una serie de TV o eran "de vuelo" y los usaban las aerolíneas para formar a sus pilotos. Pero la simulación es hoy un método elogiado y respaldado por amplísima bibliografía para mejorar notoriamente la calidad educativa. Incluso, de la mano de la computación, comenzaron como juegos, pero hoy en Economía se estudia y se hacen negocios con programas de simulación financiera.
"El equipamiento educativo que fabricamos permite entrenarse en la resolución de los problemas más comunes en un proceso industrial, una maquina o una instalación. En el equipo se pueden simular fallas no destructivas para que el usuario las pueda detectar y solucionar", completa el Arquitecto Valerio el concepto y la descripción de lo que fabrican en INSUR desde 2002, cuando su padre, Héctor Valerio, amalgamó sus 30 años de docente de Escuelas Técnicas con su formación de Ingeniero egresado de la UTN-FRA. 

"Mientras era docente se dedicó también a realizar instalaciones eléctricas y montajes industriales. Su experiencia y oficio lo transmitía después a sus alumnos en el aula taller. Pero allí comprobaba que con desarrollar los contenidos teóricos en el pizarrón no alcanzaba. Terminaba siendo algo alejado y desconectado del mundo del trabajo", contó Juan Pablo sobre Héctor, ambos activos partícipes de la vida institucional de la Unión Industrial de Avellaneda tanto en la Comisión Directiva (Juan Pablo fue Secretario en el período anterior y ahora es Vocal Titular 5°) como en los diferentes Departamentos de trabajo.

La experiencia le decía a Héctor que "era necesario vincular toda esa información con su aplicación real en el ámbito laboral y productivo. La conjunción de experiencia, oficio y vocación por enseñar fueron construyendo la idea de construir un equipamiento didáctico educativo adecuado que posibilitara esa premisa".

Los primeros equipos fueron construidos de manera artesanal y para uso en su tarea docente. "Comprobó que la atención y el interés por parte de los alumnas y alumnos cambiaron de manera fundamental. Al experimentar con componentes reales, comprendían más rápido y fijaban conceptos inmediatamente", continúa su relato el Arquitecto Valerio, quien trabajó con su padre desde los 13 años, luego desarrolló su propia empresa de iluminación y en 2009 decidió dedicarse de lleno a la empresa familiar que hoy dirige.

Juan Pablo destaca que es "Técnico Electromecánico recibido en la Escuela Técnica Nº3 de Avellaneda, "el Palaá" , y no es un dato menor en esta historia porque esto también marca "la vocación y la pasión por la educación técnica de Insur, lo que hace que esté siempre comprometida y apoyando permanentemente a las escuelas, directores y docentes. Somos pares, comprendemos sus dificultades, hablamos el mismo idioma. Es que nuestro vínculo no es solo comercial: de hecho, tenemos contacto permanente con muchos docentes y directores desde hace más de 10 años y nunca nos han comprado ningún equipo.", remarca.

En 2005 la empresa recibe un impulso clave para su desarrollo: la Ley Nacional de Educación técnico Profesional (ley 26058). "Con ella se crea el Fondo Nacional para la Educación Técnico Profesional y determina una mejora continua de la calidad en la educación técnica Profesional", lo cual posicionó a los productos de Insur en un rango de necesidad para cumplir esos objetivos. Pero también reglamentó el formato de las prácticas profesionalizantes en las empresas. "Desde hace varios años desde Insur somos promotores activos de este formato. En esta interacción se produce una retroalimentación muy positiva tanto para alumnos, docentes y empresas. Recibir alumnos, mostrarles y enseñarles lo que hacemos es una experiencia que recomiendo a todos los empresarios", remarca Juan Pablo.

Pero los equipos de Insur aseguran un entrenamiento que también es muy importante en la formación de oficios. "Genera más seguridad a la hora de realizar un trabajo desde cero y una destreza en la detección rápida de un problema o dificultad", agrega el Arquitecto Valerio. Los equipos incluyen reproducciones a escala de las instalaciones industriales que monitorean, como cintas transportadoras o cámaras frigoríficas.

Insur (apocope del nombre original Ingeniería del Sur) nació en el garaje de la casa familiar de los Valerio en Wilde. Comenzó la construcción de equipos en modo artesanal. Un crecimiento gradual y sostenido los llevó a su actual predio de 1600m2. "Hoy contamos con un plantel de 20 empleados y tenemos una red de proveedores externos a los cuales tercerizamos la fabricación a medida de piezas que utilizamos".

Los primeros equipos a la venta fueron de refrigeración y calefacción. Luego sumaron los de electromecánica, electricidad, electrónica, automatización industrial, etc. Concluye el Arquitecto Valerio. Y como reflexión final afirma: "El mayor desafío para el crecimiento de Insur fue transformar un emprendimiento en una empresa familiar. Para ello tuvimos que trabajar todos con mucha dedicación y esfuerzo. Resolviendo conflictos y dificultades. Hoy somos con mucho orgullo una pyme familiar, una familia empresaria".

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