¿Cómo se relaciona la demanda eléctrica con el coronavirus?
COVID-19

Con el avance del nuevo Coronavirus en América Latina y el Caribe, los gobiernos han implementado medidas significativas para evitar su expansión que imponen la suspensión de actividades no esenciales. Estas medidas de distanciamiento social acarrean con ellas un coste económico intrínseco en la productividad de dimensión aún incierta.
La disminución de actividades económicas impacta fuertemente en el sector de energía. La diferencia entre la demanda esperada y la demanda observada va a generar una brecha de ingresos sustanciales en el sector. El impacto de esta brecha en la salud del sector eléctrico en el mediano y largo plazo dependerá de la situación financiera de las empresas antes de la crisis, la identificación de riesgos y costos durante la misma (que depende de las reglas de mercado y contractuales) y los instrumentos de recuperación implementados tras ella.
Las residencias consumen por lo general menos que las empresas y comercios. Por tanto, debido al mayor número de personas en casa y al incremento del consumo residencial asociado, los consumos eléctricos de todos los sectores en conjunto deberían reducirse durante la cuarentena.
Además, conocemos que tradicionalmente en condiciones normales en los países se viene produciendo un doble pico de consumo a lo largo del día. El primero se genera en el horario del mediodía, motivado por el incremento de la actividad industrial. Y el segundo es ocasionado por el incremento de consumo en las casas cuando la gente regresa al hogar, por el arranque de los segundos turnos de manufacturas y por el alumbrado público. Asimismo, muchas empresas operan en ciclos continuos de producción que motivan que parte de la demanda generada se constituya en un valor base que se produce en todas las horas del día
Nota completa: https://blogs.iadb.org/energia/es/como-se-relaciona-la-demanda-electrica-con-el-coronavirus/